Hay algo profundamente inquietante en darnos cuenta de que pasamos el 90% de nuestra vida entre paredes.
Y que esas paredes —el aire, el agua, los materiales que nos rodean— pueden estar enfermándonos… sin que lo notemos.
Durante años trabajé en el sector ambiental desde una perspectiva técnica. Pero los relatos de nuestros clientes me intrigaban, empecé a creer que podia ayudarles más entendiendo bien sus problemas.
Hace años, cuando hablábamos de salud, pensábamos en hospitales, síntomas y tratamientos.
Hoy, sabemos algo distinto.
La salud empieza antes de que duela. Antes incluso de que sepamos que algo va mal.
En Ygeria creemos que la salud integrativa no es una tendencia.
Es una necesidad.
Es entender que cuerpo, mente y entorno están conectados.
Y que no podemos cuidar de las personas sin cuidar también los espacios donde viven, trabajan, respiran.
Creamos Ygeria porque había una urgencia:
Transformar los edificios en entornos vivos.
Que no solo sean seguros, sino saludables. Que no solo cumplan normas, sino que protejan, inspiren, nutran.
Porque cuando un edificio cuida el aire con conciencia, cuando cuida su madera, cuando evita tóxicos, cuando vigila el agua, el alimento y la vida…
ese edificio se convierte en un agente de bienestar.
En un lugar que no enferma, sino que previene. Que no encierra, sino que abraza.
Eso es lo que representa Ygeria
Una nueva forma de entender la sanidad ambiental.
Una alianza entre ciencia, sostenibilidad y humanidad.
No somos solo certificadores.
Somos activadores de consciencia.
Queremos que cada persona que entra en un edificio sienta que está entrando en un espacio que le cuida.
Y queremos hacerlo desde la rigurosidad, pero también desde la empatía.
Gracias a quienes confían, a quienes cuestionan y a quienes ya forman parte de este cambio.
Porque el futuro no se construye con ladrillos.
Se construye con propósito.
Con compromiso y visión.